domingo, 17 de noviembre de 2013

5 Mitos sobre la Diabetes

Cada año la diabetes cobra más vidas que el cáncer de mama y el Sida combinados. Si bien cada vez hay mejor control de la diabetes (de tipo 1 y 2) gracias a avances como una mejor comprensión del monitoreo de la glucosa en la sangre y las nuevas tecnologías para suministrar insulina, la diabetes no controlada o no diagnosticada sigue siendo la principal causa de ceguera en adultos, de insuficiencia renal y amputaciones.

Existen muchos mitos sobre la diabetes. Muchos creen que ésta "sólo es un toque de azúcar", o algo que desarrollamos a una mayor edad.

Aunque es controlable, la epidemia de diabetes sigue creciendo. Cada 17 segundos alguien es diagnosticado con esta enfermedad y al nivel actual, una de cada tres personas en Estados Unidos tendrá diabetes para el 2050.

Toma un momento para conocer la realidad de la diabetes. Mientras más sepamos, estaremos mejor equipados para detectar, prevenir y tratar la diabetes y sus mortales complicaciones.

Mito 1: La diabetes realmente no es un gran problema

El riesgo de problemas cardiacos es más del doble en personas con diabetes, por lo que dos de cada tres personas con diabetes mueren de alguna enfermedad cardiaca o apoplejía. La diabetes no controlada también lleva a otra serie de complicaciones.


Mito 2: Comer mucha azúcar provoca diabetes
Realidad: No hay un alimento o nutriente que provoque diabetes.

La diabetes tipo 1 (donde todas las células productoras de insulina en el cuerpo son destruidas) y tipo 2 se desarrollan tanto por la genética como por factores ambientales y el estilo de vida.

Tener sobrepeso u obesidad aumenta el riesgo de desarrollar la diabetes tipo 2. El aumento de peso es resultado del exceso de calorías provenientes de alimentos como refrescos, panes, botanas o carne. Por la genética, algunas personas aumentan de peso más fácilmente que otras, pero sigue existiendo un desequilibrio entre las calorías consumidas y las quemadas.

Debido a la compleja relación entre la genética, el medio ambiente y el estilo de vida, es incorrecto decir que el azúcar provoca diabetes.

Mito 3: Los problemas de peso provocarán diabetes

Realidad: Tener sobrepeso es el factor de riesgo más importante para desarrollar diabetes tipo 2 y también es modificable.

Otros factores de riesgo son historial de diabetes tipo 2 en la familia, etnia y edad, cosas que no puedes cambiar.

También es cierto que la mayoría de la gente con sobrepeso jamás desarrolla diabetes tipo 2, y hasta una cuarta parte de las personas con este padecimiento tienen un peso normal o un poco de sobrepeso.

Lo que se debe tener en cuenta es que si tienes historial de diabetes en la familia, debes hacer lo posible por mantenerte activo físicamente y tener una dieta saludable. Si tienes sobrepeso, perder alrededor del 7% de tu peso (6 kilos para una persona de 90 kilogramos) puede ayudar a retrasar o prevenir la diabetes.

Mito 4: Si tienes diabetes debes evitar ciertos alimentos

Realidad: Esta es una idea equivocada acerca de los carbohidratos en los alimentos. Con los carbohidratos — y calorías en general — todo tiene que ver con el tamaño de las porciones o la cantidad que comes.

Alimentos con almidón y frutas se pueden incluir en un plan de alimentación para personas con diabetes. El mejor consejo es no tener más de una cuarta parte del plato con alimentos con almidón, como panes de grano entero, cereales, pasta, arroz o vegetales como papas, chícharos y maíz.

Llena la mitad del plato con vegetales bajos en carbohidratos como lechuga, brócoli, ejotes, o tomates. El último cuarto de tu plato es para pescado, pollo, carnes magras o sustitutos de carne. Esto ayuda a controlar la cantidad de carbohidratos que consumes mientras suministras una gran cantidad de fibra y opciones de alimentos saludables.


Mito 5: Los dulces o chocolates están prohibidos

Realidad: Los alimentos dulces (incluyendo la mayoría de los postres), pueden ser consumidos por gente con diabetes, si se comen en porciones pequeñas.

No hay tal cosa como alimento prohibido. Sin embargo, la clave está en sustituir un dulce con un plan de comida saludable.

Todo el mundo —con o sin diabetes— debe evitar las calorías vacías (las que no tienen un verdadero valor nutricional) y limitar la cantidad total de calorías que consume (y sí, la mayoría de los postres tienen muchas de estas calorías).


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